miércoles, 20 de febrero de 2013

La Inteligencia de la CELAC

Dos hechos ocurridos en la cumbre de la CELAC en Santiago demuestran la nueva inteligencia que caracteriza la alta política latinoamericana en sus procesos de integración: la presidencia de Cuba y la exclusión temporera de Paraguay. 

La primera demuestra un grado de madurez política-diplomática sin precedentes en la región y se basa en la combinación de una visión pragmática con el idealismo específico de la integración.  Para una gran parte de los gobernantes y del pueblo latinoamericano, el sistema político cubano es criticable - y rechazable - por múltiples razones; esta evaluación no ha impedido ver al conjunto del cuerpo político regional que sus políticas de vivienda, salud, educación y alimentación, entre otras, garantizan al ciudadano cubano un nivel de vida superior al de gran parte de la población de otros estados considerados por la ortodoxia internacional como ‘democráticos y respetuosos de los derechos humanos’; la salud, la educación, la alimentación y la vivienda también son derechos humanos.  En muchos otros estados de la región, las elecciones libres y la libertad de expresión, conviven con la absoluta indigencia, el analfabetismo, y las muertes por hambre para una parte de la población.  El hecho es también relevante porque demuestra que se ha transcendido la subordinación diplomática a los EE. UU.  (país que no tiene problema alguno en tener relaciones con China, igualmente unipartidista como Cuba, o ser aliado de la nefasta y antidemocrática Arabia Saudita). 

La exclusión de Paraguay corresponde a no tolerar mas interrupciones del orden institucional, un tipo de situación que históricamente a afectado negativa mente la región.  Paraguay no ha derivado en una dictadura, pero poco importa; la estabilidad política, la institucionalidad, son esenciales para el bienestar de la región.

La CELAC, un foro diplomático, por ahora solo puede dedicarse a crear actitudes - doctrinas; esto, aunque diste mucho de lo que la necesidad geopolítica demanda, no es algo menor, especialmente considerando el reciente estado previo de absoluta dependencia y descoordinación.